jueves, 11 de marzo de 2010

Y el tiempo se detuvo. Maite




Llegué a Andalucía cuando mi niño recién cumplió los tres meses. Acababa de dejar la coordinación de un maravilloso Colegio Montessori en el cual aprendí durante un par de años a observar a los niños.
Desde la postura de María Montessori es imprescindible observar antes de programar, crear o elaborar un trabajo para los pequeños. Son ellos quienes, desde su propio interés se van acercando al conocimiento. Por ello es tan importante respetar su ritmo y tendencias naturales.
Firme creyente de su filosofía, llegué a vivir a la tierra más anárquica y alejada de la postura montessoriana. El orden que sugiere para crecer con armonía reina por su ausencia en estas calles malagueñas. Recuerdo que los amigos se sorprendían cuando me negaba a mantener a mi hijo en la carreola a la intemperie después de las nueve de la noche en una terraza de algún bar. Los niños en esta tierra se adaptan al ritmo y espacios de los adultos y no al contrario.
En casa hemos tratado de que los niños tengan un horario establecido, una rutina que les de seguridad y les marque las pautas a seguir diariamente. En esta tierra se llega a pensar que esta forma de trabajar con los niños es demasiado rígida y probablemente podría llegar a serlo si no se tiene en cuenta -ante todo- el ritmo del niño, esos momentos mágicos en los que observamos que nuestros hijos e hijas están sumergidos en una actividad que los está acercando a un nuevo saber, a una forma diferente de entender su entorno.
Hoy tocaba el baño, como cada día, a las siete y media. Cuando me dispuse a avisarle a Iker que su tina estaba lista, observé desde la puerta del cuarto que estaba colocando las letras de imán con el esmero de quien desea aprender a escribir. Con sus tres años (muy entrados en cuatro) jugaba a formar palabras.
Era un pecado interrumpir ese momento mágico, ese periodo de concentración profunda (como lo llamaba María Montessori), así que paré el tiempo y disfruté observando a mi niño crecer.

martes, 9 de marzo de 2010

lunes, 8 de marzo de 2010

Bienvenidas. Maite

Ya estamos!!! las invito a ir probando el espacio, si nos sentimos cómodas arrancamos. Un abrazo y bienvenidas a nuestra primera barquita en este mar de información. Las quiero.